El exjefe de seguridad del boliche recordó: “El cachete se le caía como un churrasco.”
Un joven de 19 años fue brutalmente agredido a botellazos por otro chico, de la misma edad, en el boliche Roca Bruja de Villa Tesei, en la madrugada del 12 de noviembre del 2022.
Este viernes arrancó el juicio por la agresión en donde Santiago Martínez golpeó a Nicolás García con una copa en su rostro se encuadra en la figura de tentativa de homicidio agravado por haberse cometido en un contexto de violencia de género.
El Tribunal Oral Criminal Nº 3 de Morón tomó el juicio por el caso del boliche Roca Bruja, cuando el agresor atacó a la víctima para dañar a una chica que estaba conversando con él y con la que había mantenido un noviazgo previo.
En esa calificación coincidió el abogado Gastón Marano, quien representa a la familia García. En tanto, el letrado Fernando Arias Caamaño, defensor de Martínez, pidió que su cliente sea juzgado por el delito de lesiones provocadas en un contexto de emoción violenta o, subsidiariamente, por lesiones graves.
En un principio, Martínez se negó a brindar su versión de los hechos, luego García, dio un testimonio muy detallado donde explicó que tuvo un encuentro previo con amigos y amigas en una casa particular para luego dirigirse al boliche y en ese grupo formaba parte Valentín Gómez, el jugador de Vélez Sarsfield.
Luego, mencionó que cuando llegaron a Roca Bruja se ubicaron en un sector vip en formato de boxes y todo transcurría con normalidad. En un momento observó que ‘Chanchi’ Martínez, a quien él conocía de vista por contar con amistades en común, se acercó al lugar en el que estaba.
“Está hablando con mi ex. Decile que se aleje de ella”, fueron las palabras que le manifestó el intermediario. Sin embargo, fue la propia Mía quien volvió a acercarse a él en busca de continuar la charla que mantenían. Ahí fue que sintió que le tocaron el hombro izquierdo y, al darse vuelta, el impacto en la cara fue similar al de una puñalada.
La víctima recordó que, en ese momento, fue asistido por uno de los patovicas del local, lo trasladó a la enfermería y, automáticamente, lo trasladaron al hospital San Juan de Dios de Ramos Mejía. En total recibió 300 puntos de sutura para reconstruir las lesiones que padeció.
Por otro lado, se testificó que Mía Pinto, la mujer en cuestión, posterior al ataque, y con el paso del tiempo, ya con prisión domiciliaria e impedimento de contacto con todo el grupo en cuestión, el acusado siguió “toxiqueando” a la chica.
Incluso Nicolás mantuvo después de todo el incidente una relación con la joven, que se cortó porque ella seguía viendo al agresor, según las palabras de Garcia.
Asimismo, Pinto estaba fuera del país, por lo cual no se presentó a la audiencia. No obstante, la Fiscalía solicitó, luego de apreciar exámenes psiquiátricos realizados en la instrucción, que sea eximida de prestar su testimonio por considerar que está “afectada psicológicamente” y con trastornos de salud, por lo cual sería revictimizarla hacerla declarar.
Por último, declaró el personal de seguridad del boliche Roca Bruja, quien manifestó: “si no lo agarraba lo mataba”. También expuso Marcelo Ferré, ex jefe de seguridad del local de esparcimiento nocturno, quien recordó: “el cachete se le caía como un churrasco”.