La medida adoptada por la casa de estudio surge del refuerzo que aprobó el Ejecutivo. Este presupuesto está destinado a gastos operativos. Continúa la preocupación por la cuestión salarial, investigación e infraestructura.
El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) suspendió hoy la emergencia presupuestaria declarada el pasado 10 de abril tras llegar a un acuerdo con el Gobierno nacional que garantiza el funcionamiento operativo de la institución.
“Las sumas indicadas, si bien se encuentran por debajo del presupuesto óptimo para el funcionamiento pleno de la Universidad, posibilitan una programación presupuestaria, imposible hasta el momento”, explicaron desde el Consejo Superior en un comunicado de prensa.
Por este motivo, el Consejo Superior resolvió “suspender a partir del día de la fecha la emergencia presupuestaria en el ámbito de la Universidad de Buenos Aires”.
En esa línea, la UBA manifestó que el refuerzo asignado implica “una actualización de los gastos, sin incluir salarios y otras partidas, del 270% interanual respecto del presupuesto sancionado para la universidad en 2023 y de 300% para los hospitales universitarios y aquellas funciones de la universidad vinculadas al área asistencial”
“Este presupuesto está destinado exclusivamente al funcionamiento operativo de esta institución. De todos modos, continúa la preocupación por la cuestión salarial, investigación infraestructura”, remarcaron desde la UBA.
A su vez, la casa de estudio declaró “la urgente necesidad de arribar a un pronto acuerdo entre el Poder Ejecutivo Nacional, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y los representantes sindicales de las Universidad Nacionales, tendiente a recomponer el ingreso de los trabajadores docentes y nodocentes”.
En el mismo sentido se manifestó respecto de “las partidas restantes aún no actualizadas y/o discontinuadas, particularmente aquellas vinculadas a las áreas de Ciencia y Tecnología, Extensión Universitaria y a los Programas de infraestructura universitaria”.
La puja con el Ejecutivo por el recorte presupuestario provocó la gran marcha universitaria de 23 de abril. En la movilización, estudiantes, docentes, la CGT, legisladores y dirigentes de la oposición se habían reunido en Plaza de Mayo para defender la universidad pública.
La convocatoria fue multitudinaria y durante toda la jornada los manifestantes coparon las zonas del Congreso y la Plaza Houssay, desde donde partieron las principales columnas.
“No estamos dispuestos a resignar nuestro futuro”, había resaltado la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, al leer el documento que cerró la jornada de protesta.