En mayo fue necesario percibir ingresos por casi medio millón de pesos para no ser indigente
En mayo, una familia tipo en la Ciudad de Buenos Aires necesitó percibir ingresos de por lo menos $1.339.751,45 para ser considerada de clase media, y de $860.100 para no quedar bajo la línea de pobreza.
En tanto que para no ser indigente, ya son necesarios ingresos de por lo menos $486.068. Los valores surgen del relevamiento de datos difundidos por la Dirección General de Estadística y Censos porteña.
De esta manera, los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marcan el límite de la indigencia tuvieron un aumento del 4,04% respecto del mes pasado, por debajo de la inflación del periodo que en la Ciudad alcanzó el 4,04%. En tanto, el acumulado en doce meses llegó al 286,7%, superior por casi seis puntos porcentuales al 280,9% de la medición de inflación interanual. La canasta se encareció en $18.891 de abril a mayo.
En lo que respecta a la Canasta Básica Total (CBT), la cual establece el tope de la pobreza, el incremento mensual fue del 4,15% (respecto de abril) en línea con la inflación general de CABA y el interanual del 286,39%, al igual que la CBA por encima del índice general, en este caso en 5,8 puntos porcentuales.
Este 286,39% interanual, llevado a pesos se traduce en que, para no ser pobre, en la Ciudad de Buenos Aires se necesita ganar $637.499 más que en mayo de 2023.
La Canasta Total (CT) que en diferentes proporciones delimita al sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, según la estratificación que hace el organismo estadístico porteño, se encuentra en $1.071.801 y subió 5,96% en el mes y 291,09% con relación a abril del 2023.
El análisis que lleva a cabo el organismo estadístico de la Ciudad de Buenos Aires hace un gran supuesto que es que la familia tipo que define el informe es propietaria del inmueble en el que vive, con lo cual tiene cubiertas las necesidades de alquiler.
En el informe se indica que dicha estratificación brinda, por un lado, la posibilidad de identificar a los sectores más desprotegidos de la sociedad en términos de situaciones de indigencia y de pobreza y, por el otro, da cuenta de la heterogeneidad de los sectores no pobres de manera de facilitar un análisis más integral de la situación social de la Ciudad de Buenos Aires, la de cada uno de los estratos definidos y su evolución en el tiempo.