La tensión en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), sumó un nuevo capítulo en los últimos días con la apertura a retiros voluntarios dispuesta por el consejo directivo del organismo y el gremio de los trabajadores del organismo (APINTA) denunció que el gobierno busca el cierre total del organismo.
El sindicato recordó que en diciembre de 2023 el actual presidente del organismo, Juan Molina, había declarado ante el portal Infocampo, que “el INTA es tan grande como es necesario que sea. Tenemos 7000 empleados” y que afirmó entonces que el organismo no llevaría a cabo una reducción del personal.
Poco tiempo después, relata el sindicato, Molina anunció en una reunión de autoridades del organismo llevada a cabo el 6 de septiembre que, “se implementará un retiro voluntario en INTA para 900 retiros” y que afirmó que “esto hay que tomarlo como una oportunidad”, subrayó el funcionario.
En esa línea, Molina aseguró que el consejo directivo “tomó una decisión estratégica y clave al aprobar retiros voluntarios” y que “es un proceso para gestionar el desarrollo y el fortalecimiento de nuestros talentos”, enfatizó.
El secretario general de APINTA, seccional Anguil, Roberto Maldonado, denunció que las patronales rurales, que tienen una importante presencia en el directorio del organismo,“son parte del plan” de desmantelamiento del INTA, mediante el recorte de empleados que consideró como “despidos encubiertos”.
Asimismo explicó que “para nosotros es un despido encubierto, es achicar cada vez más la planta y sobre todo, lo más grave es que quienes se van a terminar yendo son de las franjas etarias de 40 a 55 años, apuntan a los jóvenes que ya se han formado y es a ellos a quienes incentivan para que se vayan” y qué, “es tristísimo lo que está pasando, a los que tienen menos de 20 años (de antigüedad) se les ofrece un sueldo más 1,25% por año y a los que tienen más de 20 años les ofrecen el 0,50%, no les interesa la gente grande, sino destruir a los jóvenes que tienen conocimiento”, subrayó.
Maldonado remarcó que, “El INTA está pasando un momento muy crítico, dentro de las cosas hay un recorte del presupuesto; desde diciembre del año pasado hubo un aumento del 15% y se dificulta mucho por la inflación que hubo”, y agregó, “no alcanza, cada vez no ajustamos más, hay que redoblar los esfuerzos y se complica salir a visitar a los productores, el mantenimiento automotriz y mantener la institución con un presupuesto ajustado”, explicó el dirigente.
En Balcarce, también comenzaron los retiros voluntarios, por lo que el titular del gremio a nivel regional, Leandro Cambareri, advirtió que, “apuntan a la gente joven y eso es inadmisible. Estamos hablando de investigadores que están a cargo de proyectos muy importantes”, y destacó que el organismo abarca más de cuatro millones de hectáreas en en más de diez partidos del sudeste y del centro de la provincia de Buenos Aires, además de tener un rol importante en la vinculación con las universidades “y también con el sector privado”, añadió. El INTA Balcarce, el organismo cuenta con más de 50 laboratorios y más de 600 profesionales y técnicos.
Por su parte el delegado general de INCA de Castelar, de la provincia de Neuquén, José Luis Perea, señaló que “el desmantelamiento del INTA no es algo tan fácil, no es un hueso duro blando de roer, es un proceso muy largo y ahora estamos en un proceso de desmantelamiento de larga data” y recordó que hace 10 años “que no se aumenta el presupuesto”, manifestó.
En esa línea, explicó que, en el pasado “el gobierno de Macri hizo una serie de achicamientos y eso también deterioró la vida institucional en todos los aspectos” y que en la actualidad “con Milei, estamos en un proceso de licuación que no tiene fin”.
Perea aseguró que el organismo, “ha sido llevado a un callejón sin salida para no cumplir con sus funciones, y su consejo directivo, de alguna manera, está en un proceso de intervención es lo que hemos concluido porque tienen un sistema de gobernanza establecido que dice cuál es el rol del consejo directivo” y que la mayoría de los cargos “pertenecen a las grandes patronales agrarias” que forman parte del ajuste.
El dirigente, planteó que en el INTA, “no hay ñoquis” y que todos sus trabajadores se encuentran capacitados y verificados en sus tareas dentro del organismo, pero que “a partir de que el presupuesto del organismo está en rojo y que gran parte se va en el pago de salarios, no hay recursos para desenvolver las tareas que hacen a las funciones del organismo”, concluyó.
El sindicato se encuentra en estado de alerta, a la espera de novedades sobre la situación en las seccionales y no se descarta que se anuncien medidas de fuerza para impedir la continuidad del desmantelamiento del Instituto.