Los diputados nacionales ya perciben casi dos millones de pesos en mano según el último recibo de sueldo.
La resolución firmada ayer por los titulares de ambas cámaras, Martín Menem y Victoria Villarruel, despertó una cadena de indignación y reproches en redes sociales que obligaron al oficialismo a volver sobre sus pasos y repensar la medida (presentarán un proyecto de ley para retrotraer los incrementos).
En febrero, el último mes liquidado, el sueldo en mano de los diputados nacionales fue de 1.984.770,96 pesos, y de aplicarse un nuevo aumento del orden del 30% quedaría en 2.580.202,24 pesos.
A esto hay que agregarle el plus por desarraigo que perciben los diputados y senadores que no representan a la Ciudad de Buenos Aires, ni a municipios cercanos del AMBA, sumado los pasajes de avión y ómnibus, y los gastos de representación.
“Un miembro de la Corte Suprema está en 12 millones de pesos; un director del Banco Nación en 7 millones. Si hubiera que aplicar una regla, todos los funcionarios deberían cobrar el sueldo de un diputado”, razonó, por su parte, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, José Luis Espert.
En la misma línea se expresó el presidente del bloque Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto, quien en declaraciones periodísticas adelantó que presentará un proyecto de ley para resolver esta cuestión para la “unificación salarial donde todos los poderes cobren lo mismo”.