Ituzaingó

El cacerolazo contra los decretos Milei se hizo sentir en Ituzaingó bajo la consigna “La Patria no se vende”

Se realizó en distintos puntos del país el segundo cacerolazo en menos de 24 horas, las protestas son el directo resultado de la cadena nacional realizada por el presidente Javier Milei, en la que informó que deroga la Ley de alquileres, permitiendo que cada propietario cobre en dólares o pesos el alquiler y que el monto sea discrecional de a cuerdo a cada caso.


En su discurso Milei, anunció el fin de la Ley de Góndolas que permitía que las pequeñas y medianas empresas tengan un lugar en las góndolas del supermercado. Lo mismo con la Ley de abastecimiento que permitió, en pandemia, darle al Estado las herramientas para asegurar a la ciudadanía el alcohol en gel y barbijos.


Los anuncios de Milei, permiten las condiciones para avanzar con las privatizaciones de las empresas públicas. Modificó el régimen laboral, inclinando la balanza a la flexibilización que deteriora los derechos de los y las trabajadoras y beneficia a los poderosos. Entre otras 25 modificaciones y derogaciones de leyes que protegían el derecho ciudadano.


Este anunció, que prometió seguir con nuevos ajustes para restructurar la economía nacional, provocó indignación en parte de la población que no dudo en salir nuevamente con la cacerola para hacer oír al gobierno que este no es el camino que permitirá proteger el trabajo, el salario y la producción.
Este miércoles en gran parte del país se escucharon los golpes a las cacerolas, como en el 2001, se pide que el ajuste no sea para las familias.


En este contexto, los vecinos y vecinas de Ituzaingó replicaron la protesta y preocupación por las medidas anunciadas.


“Todos los anuncios que realizó el presidente atentan contra nuestra soberanía, contra nuestra canasta de alimentos, contra nuestra vivienda. Queremos que haya menos desigualdad, queremos que el ajuste lo pague la casta política como nos prometió en campaña, pero en una semana hizo anuncios que destruyen lo poco que nos quedaba”, opinó en diálogo con este medio Héctor, un comerciante de Ituzaingó que se acercó “de manera espontánea” a la plaza 20 de Febrero para expresar su “preocupación”.


En pocos minutos la Plaza central de Ituzaingó se fue colmando de vecinos y vecinas bajo la consigna “la patria no se vende”. Envueltos en banderas argentinas y armados con cacerolas mostraron coincidencia en que esperan que “el ajuste deje de ser soportado por la clase laburante”.

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