En los últimos días, comenzaron a llegar las facturas de Edenor y Edesur con tres cuadros tarifarios distintos
Las boletas de luz de Edenor y Edesur comenzaron a llegar con más sorpresas de las previstas. Para los usuarios residenciales de ingresos altos (30% del total de los hogares), comercios e industrias, en las facturas figuran hasta tres tarifas distintas, según el período del consumo eléctrico registrado.
Esta situación llamó la atención de más de un usuario, que se notificó en ese momento de que el aumento de tarifas de electricidad para el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en realidad comenzó el 1 de febrero, y no el viernes 16, como había anunciado el ente regulador de la electricidad (ENRE).
La situación resultó llamativa, ya que las últimas resoluciones del ENRE que fijaban los aumentos de tarifas para Edenor y Edesur se publicaron en el Boletín Oficial a mediados de febrero y decían que la suba regía desde ese instante.
Sin embargo, el lunes 11 de marzo, el ENRE le envió una nota a Edenor y Edesur estableciendo que debían cobrar de manera retroactiva la facturación de la primera quincena de febrero con valores de la generación eléctrica más altos. Este aumento no se comunicó a los usuarios.
La explicación detrás de esta medida poco vista en el sector, de aplicar una suba de manera retroactiva y sin comunicarla, es la necesidad del Ministerio de Economía de recortar el gasto y continuar con su plan de baja genuina del déficit fiscal, con una reducción de los subsidios energéticos.
En los primeros dos meses del año, el ajuste en este rubro ocurrió gracias a que el Tesoro dejó de financiar la diferencia entre lo que cuesta generar electricidad y lo que pagaban los usuarios. Como contrapartida, se generó una deuda con las empresas, que puso en tensión el mercado eléctrico.
La medida, sin embargo, podría traer mayores problemas hacia delante en la Justicia, ya que el Gobierno aplicó un aumento en el valor final de las boletas de luz sin darlo a conocer a través de una resolución oficial y pública, sino mediante una nota a las distribuidoras. El público en general no tiene acceso a esos documentos.