Los y las trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) mostraron su preocupación por el avance en el proceso de retiros voluntarios destinado a personal de planta permanente de hasta 60 años .
Paulo García, secretario de organización de prensa del gremio APINTA a nivel nacional denunció que “los retiros voluntarios son un despido encubierto que produce un vaciamiento en el instituto y afecta más de 6.800 empleados”.
El referente gremial, explicó a Todo es Política que “el instituto formó a un trabajador para que se especialice en una temática, se envían al exterior para mejorar la capacitación y vienen estos tiempos en que todo lo que invirtió el Estado en estos trabajadores desaparece”.
Y detalló que en la manera de trabajar “hay un planeamiento en el que un trabajador antes de jubilarse empieza a transferir el conocimiento a otro trabajador para que se continúe con esta línea y en este caso, se jubilan trabajadores que están involucrados con proyectos en pleno funcionamiento y como no se logra llevar adelante el tiempo de transferencia del conocimiento muchos proyectos e investigaciones van a quedar truncas”.
De esta manera, la situación del INTA se agrava con este nueva proceso de retiros voluntarios que suma tensión a un sector que ya venía denunciando la caída de recursos y la precarización de sus condiciones laborales.